
Dos de los voluntarios de Casa Domingo probaron nuevas canciones con los chicos; parecía el ensayo de un concierto de profesionales que, quizás, no tardaría en ver la luz...
Antes de la cena, también hubo un momento para poner en funcionamiento las neuronas con los juegos de ingenio que tenemos en la casa. ¿Quién sería el cerebro más ágil de Casa Domingo?
A parte de la música, este día fue especial porque se le daba la bienvenida de sus vacaciones a Ana, coordinadora del proyecto, y se despedía a Selvin, uno de los educadores que estuvo desde el principio en Casa Domingo y que ahora marcha para afrontar otros retos profesionales.
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